06 febrero, 2010

Punto de Vista Día 1 (o cómo estar 90 minutos a años luz del Límite Guinea)



Bueno lo prometido es deuda. Ayer inauguré mi asistencia al Festival Internacional de Cine Documental de Navarra, Punto de Vista para los amigos, con todas las de la ley, empezando por dos películas de la sección más arriesgada y vanguardista, La Región Central.

Antes de pasar a analizar las dos cintas he de decir que la asistencia de público fué razonable para la rareza del evento y para el tamaño de Pamplona. La proyección se realizó en los cines Golem Yamaguchi en una de sus salas pequeñas, acudieron entre 35 y 40 personas como público en un ambiente muy agradable, aunque me extraño ver cartones de palomitas la gente en general sabía a lo que iba. Sin más rollos paso a analizar las pelis.

A Movie that Portrays the Wonders of the World as Seen Through the Eyes of a Cat



Un cortometraje, o largotitulaje, como se prefiera, de David Domingo que el folleto entregado por la organización del festival anuncia como, atención al alarde de originalidad, gamberro e iconoclasta. Hace tiempo que de ver repetidas estas palabras en folletos, catálogos, trípticos, flyers, whatever... de exposiciones, certámenes, mesas redodas, whatever... de modernuquis, gafaspastas, bohemios, alternativos, culturetas, whatever... han perdido el sentido para mí. Es más, ¿cómo puede ser un montaje con escenas míticas de películas de culto iconoclasta?, ¿y gamberro?, se referirá al montaje, digo yo, pero en este caso entonces ¿no es mejor decir montado al tuntún para que quede lo más raro posible? Para ser justos he decir que los 5 minutos que dura el corto es una riquísima sucesión de planos y que el disfrute estético es importante, incluso hay un momento simpático en el que aparece un fragmento de Mary Poppins, poco más. Fuera pretensiones. La música está muy bien elegida y estructura a la perfección todo el montaje dotándolo de un ritmo sensacional.

He de confesar, no se si será deformación "profesional", que tenía la sensación mientras veía el corto de que de un momento a otro iba a cortar en seco con el Swoosh de Nike y el Just do it. Eso sí que hubiera sido acabar arriba. En resumen, un videoclip entretenido. Poco más. Hay spots mejores, también es cierto.


Free Land



Vaya por delante que soy un confeso enamorado de todo lo que tenga que ver con la América real, la conquista del Oeste y en general todo lo que suene a nativo americano. Debido a esto iba muy muy receptivo a cualquier cosa que pudiera contarme Minda Martin, y la verdad es que no me decepcionó. Un documental con un durísimo trasfondo contado de manera hipervanguardista, al límite de lo que puede ser este género. Y cuando digo al límite, quiero decir al filo de la navaja. Tanto es así que uno no sale de la sala con la sensación de haber visto un documental .

Martin se vale sus antepasados Cherokees como hilo vertebrador de su ejercicio, haciendo una singularísima reflexión sobre la historia de su familia, que de tan íntima y personalista es absolutamente universal. Con una labor de documentación extaordinaria, casi milagrosa, consigue rescatar dos entrevistas grabadas de nada menos que principios del siglo XIX , cuando se promulgó en EEUU la Ley General de Adjudicación o Ley Dawes, en las que podemos escuchar las voces de dos de sus antepasados (Indios Cherokees) siendo entrevistados por agentes del estado a tenor de dichas adjudicaciones.

El Congreso federal aprobó la ley dawes, que definió la política indígena del gobierno norteamericano por décadas. El objetivo de dicho instrumento legal era la destrucción de la organización tribal, para convertir a cada indígena en un productor campesino individual, a quien se le entregarían como propios 160 acres de tierra, sin vínculos comunitarios con el resto de los miembros de su tribu. Tras un período de prueba de 25 años, obtendrían la propiedad completa de esas tierras, así como la plena ciudadanía norteamericana.

La división de la tierra dejó a los indios con mucho menos terreno que el que poseían antes, durante la etapa de las reservas federales. Se les adjudicó tierras de escasa calidad. Tampoco poseían experiencia como agricultores, a la vez que la ruptura de las vínculos comunitarios los dejaba indefensos frente a las maniobras de los especuladores.

La posesión de la tierra, este es el concepto sobre el que reflexiona el documental o mejor dicho la no posesión de la tierra, ya que cuenta la historia de unos nómadas modernos, su familia, hecha carne y hueso en la figura de su padre. Éste aparece en varios momentos siendo entrevistado aunque de manera muy cercana, dialogando con su hija de manera tan natural que casi nos da la sensación de estar metiéndonos donde no nos importa.

En resumen, un documental duro contando en ocasiones quizá demasiado pretenciosamente desde el punto de vista visual y narrativo, aunque no hemos de perder las perspectiva y juzgarlo como lo que es, una vanguardia. Además me sirve de excusa para recomendar enfervorecidamente un libro, Dreaming Up America de Russell Banks.

Hoy más.



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